sábado, 7 de agosto de 2010

El embarazo precoz: un asunto de todos

Susana en una estudiante de secundaria, tiene 15 años. Llegó a la escuela temprano para discutir con su novio, cuando entró al salón se le veía muy preocupada. Ella cree saber lo qué le está pasando, porque su ciclo menstrual se ha retrasado como nunca le había pasado. Su novio, que tiene 16 años, también se preocupó pues se acordó de lo que vieron en la escuela sobre la reproducción. Tuvieron relaciones sexuales y no utilizaron nada para prevenir un embarazo en Susana, así que no saben con certeza cuál es la situación.





Susana llega a su casa muy molesta. Se siente más cansada que de costumbre, pero tiene que seguir haciendo lo que su mamá le pide. No le puede contar lo que le preocupa, no le ha contado a nadie que ya tuvo relaciones con Toño, y menos que no se cuidaron. Está enojada con ella misma y con Toño, los dos fueron muy impulsivos, ni siquiera platicaron cómo podrían cuidarse; los dos han oído muchos anuncios en la televisión y en la radio sobre la planificación familiar, pero al momento de tener que decidir sobre un método, simplemente se les había olvidado. Fue todo muy rápido, le parece difícil de creer que en tan poco tiempo su vida pueda cambiar tanto. No sabe qué hacer. Compró una prueba de embarazo en la farmacia más lejana a su casa porque le daba pena. Siente que es muy chica todavía. Prometió que si salía negativa, nunca más tendría relaciones sin cuidarse, no hasta que de verdad quisiera tener un hijo.



La prueba salió positiva, Susana está embarazada y tiene 15 años.











Normalmente no se ofrece en el hogar, la escuela, la comunidad, educación sobre el comportamiento sexual responsable e información clara y específica sobre las consecuencias del intercambio sexual que incluyen: embarazo, infecciones de transmisión sexual y efectos psicosociales. Por lo tanto mantienen relaciones sexuales sin las medidas necesarias de contracepción o se limitan con frecuencia en sus opciones anticonceptivas a la información obtenida por compañeros de grupo, es por ende la gran importancia de desarrollar estrategias en el sector salud en lo que se refiere a Planificación familiar y enfocados a dar acceso más fácil a la información y servicios contraceptivos.
Un informe reciente de UNIFEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) determinó que la maternidad a una edad temprana constituye una amenaza al desarrollo educativo de la mujer y que, además, los embarazos de adolescentes interrumpidos por medio de abortos no seguros conllevan a complicaciones e incluso a la muerte.
Es así que en los países denominados Tercer mundo, entre ellos el nuestro, muestra una realidad expresada en altos índices de embarazo en las adolescentes asociados a morbimortalidad por alto riesgo obstétrico con repercusiones sociales y educativos muy graves.
La OMS estima que el riesgo de morir a consecuencia de problemas relacionados con el embarazo es el doble para las mujeres entre 15 a 19 años, el doble que para las mujeres de 20 a 24 años y para las de 10 a 14 años, (ADOLESCENCIA TEMPRANA), las tasas de mortalidad materna pueden llegar a superar hasta cinco veces la de las mujeres embarazadas que tienen entre 20 a 24 años.
En los últimos años a sido alarmante el gran aumento del porcentaje de embarazos en adolescentes. Se deben examinar múltiples factores, además de la causa obvia que es la existencia de una iniciación sexual a edades tempranas. Estadísticas muestran que el 18% de las adolescentes americanas han experimentado el sexo con anterioridad a los 15 años, además este número crece hasta el 66% de adolescentes no casadas que tienen experiencias sexuales antes de los 19 años. En países vecinos como Argentina los adolescentes sexualmente activos son en promedio 94% en varones y 77% en mujeres.




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